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Estas hermosas “flores” microscópicas fueron hechas en un laboratorio de Harvard University usando una solución de químicos y minerales

La construcción de micro y nano partículas, algunas más pequeñas que el ancho de un cabello humano, es un enorme campo, ya que hay usos  potenciales en óptica e ingeniería, dice Wim Noorduin, un investigador especializado en el crecimiento de cristales en Harvard.

Lograr que las estructuras se auto-ensamblen o crezcan desde una solución de químicos es relativamente sencillo. Los confiteros lo han hecho durante años cuando fabrican “rock candy“. Pero el truco de la técnica de Noorduin, que le ha tomado años perfeccionar, es que él puede controlar las formas de las estructuras mientras crecen, cambiando su temperatura, pH, y contenido de dióxido de carbono en sus soluciones químicas.

Los investigadores decidieron crear “flores”, “tallos” y “jarrones”, porque eran las formas más fáciles para empezar.

“Uno puede colaborar con el proceso mientras ocurre”, dijo Noorduin, que publicó su investigación el 16 de Mayo en la revista Science. Todo lo que se necesita es un vaso de precipitado con agua mezclada con sales de bario y silicato de sodio, una placa plana para colocar en el interior del vaso donde las flores puedan crecer, y una tapa.

Cuando la solución de sales de bario y silicato de sodio en el vaso de precipitado es expuesta al dióxido de carbono, tallos y flores comienzan a crecer en la placa plana de metal. Controlando la cantidad de dióxido de carbono que se disuelve en el vaso de precipitado, que tan ácida o básica se vuelve la solución, y la temperatura, Noorduin puede producir formas que lucen como jarrones, tallos, espirales, flores u hojas

Con sólo tapar y destapar el vaso de precipitados, se puede controlar cuánto dióxido de carbono entra en el agua. Esto le permite controlar el auto-ensamblaje de forma tan precisa, que puede hacer crecer estructuras una encima de otra.

Haciendo crecer sus flores en una placa de metal en lugar de hacerlo dentro del vaso de precipitado, Noorduin puede esculpir muchas de ellas a la vez. Esto resulta en hermosos campos de estructuras microscópicas.

Lo que más disfruta, dice Noorduin, es que al mirar con un microscopio, estos campos son realmente grandes. Uno puede perderse totalmente en este mundo entero sobre una placa.

Artículo en la revista Science: aquí

Fuente: National Geographic