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Imagen artística de un planeta joven en una órbita distante en torno a su estrella, la cual aún  conserva un disco de escombros, remanente de su formación. (NASA)

Imagen artística de un planeta joven en órbita en torno a su estrella, la cual aún conserva un disco de escombros, remanente de su formación. (NASA)

Quizás la noticia no es muy nueva (porque es del 5 de diciembre), pero siempre es interesante cuando aparecen casos que hacen que las teorías e ideas actuales se tambaleen y nos hagan cuestionar su validez. En este caso, le tocó a la formación planetaria.

Un equipo de astrónomos liderados por una estudiante de postgrado de la Universidad de Arizona, ha descubierto un planeta, denominado HD 106906 b, 11 veces más masivo que Júpiter y ubicado a 650 veces la distancia de la Tierra al Sol (unas 20 veces la distancia a la que está Neptuno del Sol),  lo que lo convierte en el más lejano de su estrella descubierto hasta ahora. El hecho de que este planeta tan masivo se encuentre orbitando tan lejos de su estrella, ha hecho que los científicos se cuestionen las teorías de formación planetaria que se habían mantenido válidas por bastante tiempo. Está de más decir que no es similar a nada de lo que tenemos en nuestro Sistema Solar.

Según Vanessa Bailey, estudiante graduada de la Universidad de Arizona y autora principal del artículo que anuncia este descubrimiento (aceptado para publicación en The Astrophysical Journal Letters),  “este sistema es especialmente fascinante porque ningún modelo de formación estelar o planetaria explica completamente lo que estamos observando”.

Imagen del planeta HD 106906 b en el infrarrojo térmico usando el MagAO/Clio2, procesada para remover la luz de la estrella. La UA (Unidad Astronómica) corresponde a la distancia entre la Tierra y el Sol.

Imagen del planeta HD 106906 b en el infrarrojo térmico usando el MagAO/Clio2, procesada para remover la luz de la estrella. La UA (Unidad Astronómica) corresponde a la distancia entre la Tierra y el Sol.

En otros casos nos hemos encontrado con planetas en lugares poco comunes, y la respuesta suele ser una migración planetaria (que toma mucho tiempo), pero en este caso otra de las peculiaridades del sistema es que es un planeta muy joven: sólo tiene 13 millones de años! (si, sólo). Como es un planeta muy joven, aún conserva residuos de su formación, los cuales pueden ser observados desde la Tierra en forma de emisión infrarroja. Los investigadores usaron cámaras sensibles a la luz infrarroja y el telescopio Magallanes ubicado en el desierto de Atacama (adivine dónde!… correcto, en Chile 😀 ) para capturar imágenes del planeta.

Los astrónomos están perplejos con la existencia de este planeta. Hasta ahora, los científicos pensaban que los planetas que orbitan cerca de sus estrellas se forman del gas, polvo, y residuos (similares a los asteroides) que orbitan en torno a las estrellas jóvenes. Además, este proceso es lo suficientemente lento como para que planetas masivos se formen tan lejos de una estrella. Otro mecanismo propuesto es que los planetas gigantes se pueden formar producto de un colapso rápido y directo del material del disco. Sin embargo, los discos primordiales rara vez contienen la masa suficiente, en sus zonas externas, como para permitir la formación de un planeta como HD 106906 b.

La solución que proponen los autores del artículo es que HD 106906 b y su sol (HD 106906) deben haber comenzado su formación al mismo tiempo, de la misma forma que lo hacen las estrellas binarias (se forman cuando dos acumulaciones cercanas de gas colapsan y forman estrellas separadas, que como están tan cerca, ejercen fuerza gravitatoria una sobre otra y terminan orbitando entre sí). En este caso, sin embargo, el planeta masivo nunca se convirtió realmente en una estrella.

Bailey además agregó que “es posible que en el caso de HD 106906, la estrella y el planeta hayan colapsado de forma independiente de acumulaciones de gas distintas, pero por alguna razón la acumulación progenitora del planeta se quedó sin material y no permitió que el planeta creciera lo suficiente como para “encenderse” y convertirse en una estrella”.

Fuentes: Los Angeles Times y SciTechDaily (con más info extra al final de su nota)

Artículo: HD 106906 b: A Planetary-mass Companion Outside a Massive Debris Disk