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Primero que todo, debemos aclararles que NO se ha observado un nuevo planeta en nuestro Sistema Solar. Lo que sí se ha hecho, es que se han observado fenómenos que podrían ser explicados por la presencia de un planeta. Ahora que aclaramos los dos puntos más importantes, ¡los invitamos a leer nuestra nota con todos los detalles al respecto! Si usted no quiere leer toda la nota, le dejamos la infografía con el resumen y los invitamos a compartirla en las redes sociales.

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¿Qué es un planeta?

Screen Shot 2016-01-21 at 17.42.04En el año 2006, y debido a la gran cantidad de cuerpos similares a Plutón que se habían encontrado en lo que llamamos el cinturón de Kuiper, la Unión Astronómica Internacional (IAU) decidió poner 3 condiciones que debe cumplir un cuerpo para ser llamado Planeta:

1) Está en órbita en torno al Sol

2) Tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido y adquiera una forma en equilibrio hidrostático (o sea, es prácticamente esférico)

3) Ha limpiado la vecindad en torno a su órbita

Por otro lado, un “planeta enano” cumple las mismas condiciones pero NO ha logrado limpiar el vecindario en torno a su órbita y NO debe ser un satélite.
Todos los otros objetos del Sistema Solar, con excepción de los satélites, se llaman “Pequeños cuerpos del Sistema Solar”.

Tip 1: Es importante que tengamos esto en cuenta antes de hablar del objeto que nos convoca 🙂 .

La historia de la detección indirecta de planetas

Screen Shot 2016-01-21 at 17.50.45Aunque la gente suele pensar que los astrónomos pasan gran cantidad de su tiempo observando con un telescopio, la verdad es que gran parte del trabajo en astronomía es en base a cálculos.

Corría el año 1821, cuando Alexis Bouvard publicó tablas astronómicas del planeta Urano (con su posición en el cielo). Pero las observaciones siguientes revelaron ciertas diferencias con los valores de las tablas, lo que llevó a Bouvard a pensar que podría existir un cuerpo que estuviese perturbando gravitacionalmente la órbita de Urano.
De forma independiente, durante la década de 1840, John Couch Adams y Urbain Le Verrier comenzaron a trabajar en la órbita de Urano con los datos que tenían disponibles. Ambos hicieron sus predicciones para un nuevo planeta que sería el responsable de los efectos orbitales que se observaban.
La tarde del 23 de septiembre de 1846, Neptuno fue descubierto. El nuevo planeta se encontraba a un grado de separación de la posición que Le Verrier había predicho, y a doce grados de la de Adams.

Tip 2: La gravedad de un cuerpo puede tener una influencia sobre cuerpos cercanos. Pero la fuerza de gravedad disminuye con el cuadrado de la distancia. Así que la influencia en cuerpos lejanos es mínima o despreciable.

Tip 3: El método para descubrir Neptuno se basó en cálculos y predicciones de la órbita que tendría un planeta y que explicaría las anomalías de Urano. La idea básica es la misma que veremos en esta nota.

El “Planeta X”

Screen Shot 2016-01-21 at 17.53.46Obviamente en el año 1846 el descubrimiento de Neptuno desató una moda (?) y muchos comenzaron a especular que quizás otro planeta podía existir más allá de su órbita. Fue así como a mediados del siglo 19 hasta comienzos del 20 se llevó a cabo la búsqueda del Planeta X. La hipótesis de la existencia de este Planeta X fue originada por Percival Lowell, quien pretendía explicar unas supuestas discrepancias en las órbitas de los planetas gigantes, en especial Urano. La idea era la misma, podía existir un noveno planeta que no habíamos observado y que era lo suficientemente grande como para perturbar a nuestro séptimo planeta.
Percival Lowell murió en 1916 sin haber encontrado su preciado Planeta X.
Clyde William Tombaugh, en 1930, descubre Plutón. Aunque al principio pensaban que se trataba del Planeta X de Lowell, los astrónomos se dieron cuenta rápidamente que no tenía las características esperadas. Era un cuerpo pequeño y, aunque se había detectado a seis grados de una de las predicciones de Lowell, esto había sido accidental. Si es que existía un Planeta X, no era Plutón.

Tip 4: En algunas fuentes se hace referencia al Planeta X cuando se habla de un posible nuevo planeta en nuestro Sistema Solar. También se hace referencia al Planeta Nueve.

Perturbaciones nuevamente

Volvamos a la actualidad para hablar de la noticia que ha causado sensación esta semana. La verdad es que el tema NO es nuevo, ya había aparecido en algunas revistas de ciencia y en Star Tres ya hace varios meses habíamos pensado escribir al respecto. Pero ahora la cosa se puso más seria.

Hace ya un tiempo se sabía (gracias a observaciones) que varios objetos del cinturón de Kuiper tenían órbitas muy particulares. Los objetos tienen órbitas elípticas, y su punto más cercano al Sol, se conoce como perihelio. Para varios objetos del cinturón de Kuiper, los argumentos del perihelio parecían estar agrupados. Esto era muy curioso, ya que lo normal es que las distribuciones fueran aleatorias. La probabilidad de que esto fuese producto del azar era muy muy baja. Este efecto en los argumentos del perihelio aparece en un artículo de Trujillo & Sheppard de 2014. Ellos ya habían comenzado a especular que este efecto podría ser explicado por un objeto de masa mayor a la Tierra (en algunos artículos se habló de una Super Tierra) a unas 250 Unidades Astronómicas. Pero esta “agrupación” es sólo una parte de la historia, y hasta ahora ningún modelo teórico había podido explicar bien las observaciones.

¿Un nuevo planeta en nuestro Sistema Solar?

El 20 de enero de 2016, Konstantin Batygin y Michael E. Brown publicaron en la revista científica Astronomical Journal, un artículo titulado Evidence for a distant giant planet in the Solar System.
En este artículo los autores sugieren que, al observar más de cerca los datos, se puede ver (Figura de abajo) que seis de los objetos con algunas de las órbitas más extensas en el cinturón de Kuiper tienen trayectorias elípticas que, en el espacio físico, apuntan más o menos a la misma dirección, y yacen aproximadamente en el mismo plano.

Órbita de seis objetos del cinturón de Kuiper, versus la órbita de un supuesto planeta nueve. Imagen de http://www.findplanetnine.com/

Órbita de seis objetos del cinturón de Kuiper, versus la órbita de un supuesto planeta nueve. Imagen de http://www.findplanetnine.com/

La probabilidad de que esta configuración sea producto del azar, es de 0.007% según los cálculos en el artículo. Esto los hace pensar que, lo más probable, es que tenga un origen dinámico.

En su estudio, ellos encuentran que este “alineamiento orbital” puede ser mantenido gracias a la presencia de un planeta distante y excéntrico, con una masa de 10 veces la masa de la Tierra, dándole una vuelta al Sol cada 10.000-20.000 años y nunca se acercaría a más de 200 veces la distancia de la Tierra al Sol (200 Unidades Astronómicas). La órbita de este planeta, yacería aproximadamente en el mismo plano que los objetos distantes del cinturón de Kuiper.
Además de explicar la “alineación orbital” de esos objetos, este planeta naturalmente explicaría también la presencia de objetos con alto perihelio y otros con alto semi-eje mayor e inclinaciones, cuyo origen era hasta ahora desconocido.

Algunas conclusiones

1) NADIE ha visto el Planeta Nueve.
2) Los investigadores dedujeron su posible existencia a partir de cómo varios otros objetos del cinturón de Kuiper se mueven (similar a cómo se detectó Neptuno).
3) Algunos astrónomos están convencidos de que este planeta es real, otros no tanto.
4) Hasta que no se sepa si existe y si la vecindad de su órbita está limpia, no puede ser llamado oficialmente un planeta.
5) Se necesita un mayor análisis de los cuerpos del cinturón de Kuiper y observaciones para poder determinar la órbita y la masa de este supuesto planeta.
6) Observar el Planeta Nueve con un telescopio sería difícil porque los planetas no emiten luz propia, y este supuesto planeta pasa la mayor parte del tiempo lejos del Sol. Además, su supuesta posición no se conoce con la precisión suficiente como para apuntar un telescopio y decir “ahí está”. Brown y Batygin han intentado, sin éxito, usar el telescopio Subaru en Hawaii. Quizás durante la próxima década, el Large Synoptic Survey Telescope (LSST) que se instalará en Chile sea una buena alternativa, o buscar evidencias en surveys del cielo como Catalina.
7) Otra opción que no implica observarlo directamente, es mejorar las estadísticas y descubrir más objetos del cinturón de Kuiper con ángulos muy inclinados en sus órbitas. Este es un efecto que se esperaría si este planeta de verdad existe.
8) Por el momento, su existencia continúa siendo un misterio.

Fuentes:
Resolución B5, IAU, 2006
Wikipedia: Neptune
Wikipedia: Planets beyond Neptune
The search for Planet Nine
Evidence for a distant giant planet in the Solar System
Nature: Evidence grows for giant planet on fringes of Solar System