By - - 0 Comments

 

selva-honduras--644x362La leyenda cuenta que en la región de La Mosquitia, Honduras , existía una ciudad conocida como “La Ciudad Blanca”. Esta ciudad contenía vastas cantidades de oro y fue el supuesto lugar de nacimiento de la serpiente Quetzalcoatl.  Esta leyenda es la más conocida de Honduras. Las ruinas de la Ciudad Blanca se venían buscando ya desde hace tiempo y ya se tenían identificadas algunas posibles ubicaciones.

Según informa el sitio de Nature, los científicos del “National Center for Airborne Laser Mapping” (NCALM) han identificado estructuras de lo que podría ser no una, sino dos ciudades perdidas en la selva de Honduras.

UTL-main

En 2012, los investigadores del “NCALM” montaron un sistema LIDAR en un avión y se dirigieron a Honduras.  LIDAR hace rebotar miles de millones de pulsos láser sobre el terreno del bosque y mide el tiempo que demoran en volver. Aunque la mayor parte de los pulsos es reflejado en la vegetación, una pequeña fracción alcanza el piso. Gracias a esto, se puede construir un mapa de la superficie, quitando matemáticamente el dosel de las hojas de los árboles (ver figura a la derecha).

El equipo de NCALM sobrevoló partes del terreno de la que se conocía muy poco, entre éstas, 4 lugares en el bosque de Mosquitia. Todos eran posibles ubicaciones de las ruinas de la mítica Ciudad Blanca. Hay exploradores que han buscado esta ciudad perdida por décadas, aunque muchos arqueólogos creen que puede ser un mito o quizás una amalgama de otras ciudades Mesoamericanas.

Screen Shot 2013-05-18 at 9.41.29 PMEntre los resultados presentados, podemos encontrar montículos regularmente espaciados y otras características lineales que componen al menos dos ciudades (en la figura, la forma rectangular abajo en el centro, tiene aproximadamente 50 metros de largo).

Los científicos pretenden identificar la mayor cantidad posible de estructuras para poder observarlas luego en terreno. Los planes son enviar un helicóptero a esta área en noviembre y seleccionar ciertos lugares para que sean investigados por arqueólogos.

Fuentes: Nature y abc.